Cuál es el mejor momento del día para aprender inglés
July 17th
Inglés intermedio
El aprendizaje de un nuevo idioma, como el inglés, es un viaje apasionante pero desafiante que requiere de esfuerzo y dedicación.
Entre los diversos factores que influyen en la efectividad de nuestro estudio, uno de los más subestimados y relevantes es el momento del día en el que dedicamos tiempo a practicar.
¿Existe un momento óptimo para aprender inglés?
En este blog, exploraremos las ventajas y desventajas de distintos momentos del día y cómo puedes aprovechar al máximo cada uno de ellos para impulsar tu progreso en el idioma.
Mañana temprano: Despierta tu mente y enfócate en el aprendizaje
A primera hora de la mañana, nuestras mentes están frescas y descansadas después de una buena noche de sueño.
Este es un momento ideal para sumergirnos en el aprendizaje del inglés, ya que nuestra capacidad de concentración y retención es alta.
Establecer una rutina matutina puede ayudarnos a construir el hábito de estudiar inglés diariamente, y esa disciplina es clave para avanzar en el dominio del idioma.
Comenzar el día con el estudio del inglés tiene sus beneficios.
Nuestra mente aún no se ha visto afectada por las distracciones del día y es más receptiva a la información que recibimos.
Además, a medida que aprendemos y comprendemos nuevas estructuras gramaticales y vocabulario, nuestro cerebro establece conexiones más fuertes durante la mañana, lo que facilita el proceso de retención a largo plazo.
Otro aspecto positivo de estudiar en la mañana es que establece una base sólida para el resto del día.
Al dedicar tiempo al aprendizaje del inglés temprano, nos sentimos más satisfechos y motivados, lo que aumenta la probabilidad de seguir practicando y estudiando a lo largo del día.
No obstante, es importante ser consciente de las posibles desventajas de estudiar por la mañana.
Algunas personas pueden sentirse somnolientas o lentas durante las primeras horas del día, lo que podría afectar su capacidad de concentración y, en consecuencia, el rendimiento en el estudio.
Si este es tu caso, es recomendable tomarse un tiempo para despertar por completo antes de comenzar con el aprendizaje activo del inglés.
Durante tu día: Aprovecha los momentos de descanso y flexibilidad
A lo largo del día, todos tenemos pequeños espacios de tiempo entre nuestras actividades, como el almuerzo o los descansos en el trabajo o en la escuela.
Aprovechar estos momentos para aprender inglés puede ser beneficioso, especialmente para revisar vocabulario, escuchar podcasts o realizar ejercicios cortos.
Estudiar durante el día tiene la ventaja de aprovechar esos tiempos muertos que, de otra manera, podrían desperdiciarse.
En lugar de navegar sin rumbo fijo por las redes sociales o perder tiempo en actividades poco productivas, podemos destinar esos minutos para repasar el contenido del curso de inglés, practicar la pronunciación o leer un artículo breve en el idioma.
Además, la flexibilidad del horario durante el día nos permite adaptar nuestras sesiones de estudio a nuestro ritmo natural de energía.
Si eres una persona que se siente más enérgica durante la mañana o la tarde, puedes programar tus estudios en esos momentos para aprovechar al máximo tu capacidad de concentración.
Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que, aunque estos momentos son ideales para el aprendizaje ligero, pueden no ser los más adecuados para sesiones de estudio intensas y prolongadas.
Las interrupciones frecuentes pueden dificultar el enfoque y la retención de información más compleja.
Por tanto, es recomendable reservar las sesiones más intensivas para momentos en los que puedas dedicar un tiempo continuo y sin distracciones.
Durante la tarde: Desarrolla tus habilidades auditivas y aplica el conocimiento adquirido
La tarde es un buen momento para centrarse en mejorar tus habilidades auditivas en inglés.
Ver series, películas o vídeos educativos en el idioma puede ser una forma divertida y efectiva de entrenar el oído y acostumbrarte a diferentes acentos y entonaciones.
Además, estudiar en la tarde te permite aprovechar el conocimiento que has acumulado durante el día para aplicarlo en tu práctica.
Las ventajas de estudiar inglés durante la tarde son varias.
En primer lugar, después de un día de trabajo o estudio, nuestras mentes ya están activas y alertas, lo que facilita el proceso de escuchar y comprender el idioma.
Además, ver y escuchar contenido en inglés en la tarde puede ser una excelente manera de relajarse mientras continúas avanzando en tu aprendizaje.
Al practicar tus habilidades auditivas, estarás expuesto a diferentes vocabularios, expresiones y acentos, lo que contribuirá a una mayor comprensión y adaptación al inglés hablado en diversas situaciones.
Esto es especialmente valioso, ya que el inglés coloquial y natural suele ser diferente al que encontramos en libros de texto o ejercicios escritos.
No obstante, es importante tener en cuenta que, al final del día, algunas personas pueden sentirse fatigadas después de un largo día de actividades, lo que podría afectar su concentración y capacidad de retención.
Si este es tu caso, asegúrate de descansar adecuadamente y, si es necesario, elige sesiones de estudio más cortas y ligeras durante la tarde.
Noche: Refuerza lo aprendido durante el día y planifica el siguiente paso
La noche puede ser el momento perfecto para revisar y consolidar lo que has aprendido durante el día.
Repasar tus apuntes, realizar ejercicios de gramática o resolver problemas prácticos de inglés son actividades que pueden ayudarte a afianzar los conocimientos adquiridos.
Una de las ventajas de estudiar en la noche es que puedes reflexionar sobre lo aprendido a lo largo del día y visualizar cómo encaja en tu progreso general.
La revisión nocturna te permite detectar posibles áreas de mejora y prepararte para enfrentar nuevos desafíos en el aprendizaje del inglés.
Además, estudiar en la noche también puede ser una buena manera de aprovechar el tiempo antes de dormir.
Muchas personas encuentran que el estudio en la noche los ayuda a liberar tensiones y preocupaciones del día, lo que favorece un sueño más reparador.
Pero es importante tener en cuenta que estudiar intensamente justo antes de dormir puede afectar la calidad de tu sueño.
El cerebro necesita tiempo para procesar la información y consolidar los recuerdos durante el sueño, y estudiar justo antes de acostarse podría generar una activación mental que interfiera con la transición hacia un estado de descanso profundo.
Por tanto, es recomendable dejar al menos una hora entre el estudio y el momento de acostarte para permitir que tu mente se relaje y se prepare para dormir.
Además de la consolidación del conocimiento, la noche también puede ser un buen momento para planificar el siguiente paso en tu proceso de aprendizaje del inglés.
Puedes establecer objetivos y metas para el día siguiente, identificar áreas que necesitas reforzar y diseñar un plan de estudio para aprovechar al máximo tus sesiones de aprendizaje.
La planificación te permite mantenerte enfocado y motivado, ya que tienes claro qué aspectos deseas mejorar y cómo vas a lograrlo.
En resumen, no hay un momento único y absoluto para aprender inglés, ya que cada persona tiene su propia dinámica y ritmo biológico.
Lo más importante es encontrar el momento del día que mejor se adapte a tu estilo de vida y preferencias.
Además, combinar distintos momentos puede ser beneficioso, ya que te permite abordar diferentes aspectos del aprendizaje y evitar el agotamiento.
La clave para un aprendizaje efectivo del inglés es la constancia y la dedicación.
Establecer una rutina diaria de estudio te permitirá avanzar de manera significativa en el dominio del idioma.
Cada pequeño avance cuenta y cada paso en el aprendizaje del inglés te acerca más a la fluidez y a una apertura a nuevas oportunidades personales y profesionales.
El inglés es un idioma universal que te conectará con personas de todo el mundo y te brindará acceso a una amplia gama de recursos culturales y profesionales.